Límites y consentimiento

Hablar abiertamente sobre el consentimiento y los límites con toda pareja ayudará a que cada persona se sienta segura, cómoda y respetada.

Hacerlo también puede llevar a una mejor vida sexual y a relaciones más fuertes.

Aprende

01

Los límites primero, el consentimiento siempre

¿Cómo establezco límites y practico el consentimiento? Entender los conceptos básicos creará una base excelente para tener conversaciones con todas tus parejas, ya sea algo casual o algo serio. Claro, estas conversaciones podrían ser un poco incómodas al principio, pero con un poco de preparación y práctica, serán más fáciles de navegar.

El consentimiento y los límites claros son esenciales. Así que tómate un tiempo para pensar en tus límites: tus límites firmes, los puntos no negociables y los puntos que se pueden hablar. Recuerda, los límites no sólo se aplican a tener sexo más seguro y a tu vida sexual en general—también son para cosas como enviar mensajes de texto, lo que publicas en línea, tus sentimientos y más.

El consentimiento, cuando se trata de sexo, significa preguntarle a tu pareja, en cada paso, si lo que estás haciendo sexualmente es deseado y placentero. Debe ser algo mutuo donde ambas personas dan y reciben consentimiento.

Aunque pueda ser incómodo hablar sobre lo que está bien y lo que no con tu(s) pareja(s), hacerlo puede fortalecer su conexión. Establecer límites claros ayuda a garantizar que se cumplan los deseos y necesidades de todos. También puede ayudar a que todos se sientan seguros y respetados.

Ser abierto/a y honesto/a acerca de tus límites motiva a que tu(s) pareja(s) haga(n) lo mismo. Puede generar confianza y comodidad y también evitar malentendidos. Además, ¿una pareja que realmente se preocupa por tus deseos? Bueno, eso es súper atractivo.

En pocas palabras, tu(s) pareja(s) no sabrán lo que te gusta, lo que no te gusta y lo que quizás podría gustarte a menos que se lo digas. Una comunicación clara significa que eliminas las suposiciones y eliges una comunicación positiva y asertiva. Visita nuestra página de Comunicaciones 101 para consejos prácticos.

Cuando nos animamos a tener esa conversación incómoda en lugar de elegir el silencio, podemos entender mejor los deseos y las necesidades de la otra persona o personas, especialmente cuando se trata de límites sexuales. Pedir consentimiento y establecer límites claros puede ayudar a garantizar que ambos tengan la experiencia que esperaban. ¿Qué es más sexy que saber que tú y tu(s) pareja(s) se están divirtiendo y se respetan mutuamente?

¿Estás explorando lo que quieres en tu vida sexual? Hazlo a tu ritmo y bajo tus términos. Hay muchas maneras de explorar tu sexualidad, y depende completamente de ti decidir si, cuándo y cómo eliges tener intimidad.

Primero, considera qué te da placer y qué no. Descubre las formas en que disfrutas la cercanía y la sensualidad. Luego, habla con tu(s) pareja(s) para descubrir qué les interesa también. Después de esto, establece límites, habla sobre el consentimiento y mantenlo divertido y con respeto. Haga lo que hagan, todos deben estar completamente de acuerdo. Si te das cuenta de que algo no te gusta, eso también está bien—¡siempre puedes cambiar de opinión en cualquier momento! Consulta nuestra página sobre Deseos sexuales y placer para más consejos.

02

Cómo marcar tus límites

Antes de hablar de tus límites, tómate un tiempo para definirlos. Puedes empezar por preguntarte qué es lo que quieres—ya sea actividades sexuales y sexo más seguro—u otras cosas como la cantidad de mensajes de texto, tu tiempo a solas, lo que compartes en línea y más. Reconoce tus zonas de confort y luego establece tus límites. Recuerda que tuviste buenas razones para establecerlos, lo que debería aumentar tu confianza y ayudarte a mantenerte fiel a ti mismo/a.

Establecer límites o hacer concesiones es una experiencia personal, pero estos consejos pueden ayudarte:

  1. Reflexiona sobre tus deseos y necesidades en la vida. Pregúntate: “¿Qué me hace sentir cómodo/a, respetado/a, feliz y seguro/a, y qué no?“. Para más información, consulta nuestra página sobre Sentimientos, deseos y necesidades.
  2. Establece tus límites: define un “sí”, un “no” o un “tal vez”. Saber por qué son importantes puede ayudarte a generar confianza, reducir inseguridades y mantenerte con los pies en la tierra.
  3. Anota tus pensamientos y sentimientos. Esto puede ayudarte a organizarlos y comprenderlos mejor.
  4. Presta atención a tus sentimientos. Si te sientes abrumado/a o agotado/a, podría ser momento de establecer nuevos límites.
  5. Conocer tus límites de antemano puede ayudar a que fluyan las conversaciones sobre el consentimiento.

¿Necesitas ayuda para determinar tus límites sexuales? Aquí hay algunos temas sobre los que podrías pensar:

  • ¿Qué actividades sexuales te interesan? ¿Cuáles no?
    • Explora diferentes actividades sexuales, tipos de contacto, lugares para tener sexo, hora del día, etc.
  • ¿Qué hay en tu lista de “sí“ o en tu lista de “no“? ¿Hay algo en tu lista de “tal vez/no estoy seguro/a“?
  • ¿Estás abierto/a a probar nuevas cosas sexuales?
  • ¿Qué te sientes cómodo/a haciendo si estás de humor para tener sexo, pero tu pareja no, o viceversa?
  • ¿Quieres añadir métodos de sexo seguro a tus límites? Consulta nuestra página de Sexo más seguro.
  • ¿Qué opinas sobre la privacidad y las demostraciones públicas de afecto?
  • ¿Hay ciertas cosas que necesitas después del sexo para sentirte seguro/a y apoyado/a?

Establecer límites en el sexo (tanto para las actividades como para los métodos de sexo más seguro) puede mejorar tu vida sexual, hacerla más relajada y saludable. Hay muchas actividades que puedes explorar y que pueden satisfacerte a ti y a tu(s) pareja(s), respetando los límites de todos/as. Para obtener ideas, consulta nuestra página sobre Deseos sexuales y placer.

Cuando compartas tus límites, evita usar “palabras perfectas” e intentar sonar cool—mejor habla de manera genuina y honesta. Aquí tienes algunos ejemplos.

  • “Me gusta acurrucarme después del sexo”.
  • “Me gusta ir paso a paso para ver qué nos gusta a ambos”.
  • “No estoy de humor esta noche—¿qué tal si hacemos planes para otra noche?”.
  • “Siempre uso condón cuando tengo sexo”.

Las redes sociales pueden ser un poco difíciles de manejar, así que habla sobre lo que está bien y lo que nunca deben hacer en apps como Facebook, Instagram, TikTok, X y Snapchat. Antes de establecer tus límites digitales con tu(s) pareja(s), considera lo siguiente:

  • “¿Cuándo y con qué frecuencia está bien enviar mensajes de texto? ¿Cuándo salgo con amistades? ¿Por la mañana? ¿Tarde en la noche?”
  • “¿Qué tan rápido esperas que te responda? ¿Qué es un plazo razonable y te enojarás si no respondo lo antes posible?”
  • “¿Está bien que usemos el teléfono del otro?”
  • “¿Te parece bien compartir ubicaciones?”
  • “¿Cómo te sientes sobre hacer posts o comentar sobre nosotros en las redes sociales?”

Ten cuidado al compartir contraseñas y dar acceso a todo tu contenido. ¡Mantén esa información segura para proteger tu privacidad!

No olvides establecer los límites emocionales, como la infidelidad (física o emocional), el tiempo que pasan juntos vs. el tiempo aparte, las finanzas, las demostraciones públicas de afecto, las situaciones de convivencia y el espacio personal. Establece claramente lo que es importante para ti. A continuación, compartimos algunos ejemplos:

  • “Disfruto pasar tiempo a solas durante la semana para recargar. Además, me da tiempo para extrañarte”.
  • “Valoro a mis amistades y a mi familia y pienso dedicarles tiempo todas las semanas”.
  • “Me encanta cuando me tomas de la mano en público”.
  • “Me siento más cerca de ti cuando me presentas a tus amigos como tu pareja”.
  • “No me parece bien que salgamos con otras personas”.

Establecer límites es clave. El cruzar los límites puede generar celos, desconfianza y conductas controladoras. Consulta nuestra página sobre Sentimientos, deseos y necesidades para más consejos.

03

Habla tu verdad

Es importante hablar sobre los límites que pueden afectar tu relación, incluso si son diferentes a los de tu(s) pareja(s). Hablen sobre lo que te importa a ti y a tu(s) pareja(s), pero sólo ustedes pueden decidir si quieren ceder en algo.

El momento correcto lo decides tú. Puedes elegir por establecer ciertos límites al comienzo de una nueva conexión o relación, como los que afectan a tu salud sexual y seguridad. Es posible que quieras hablar de otros límites más adelante, como los relacionados con tus necesidades emocionales, a medida que vayas conociendo a la persona. Recuerda que puedes hablar de los límites relacionados con las actividades sexuales antes, durante o después del sexo.

Ya sea que se trate de una relación casual o seria, es mejor hablar de manera clara y específica desde el principio. Esto lleva a una mejor comunicación y menos confusión. Y un pequeño recordatorio: nadie es lector de mentes.

Al hablar sobre los límites, asegúrate de que todos estén relajados y enfocados. Comunica tus límites de manera clara y tranquila, y dale espacio a tu(s) pareja(s) para que hagan lo mismo. Es mejor evitar el alcohol o las drogas durante estas charlas, ya que una mente clara permite conversaciones más abiertas y honestas, especialmente aquellas que todos recordarán. Para más consejos sobre cómo comunicar tus límites, visita nuestra página de Comunicaciones 101.

Decir lo que queremos (y lo que no queremos) puede ser un poco estresante al principio, pero se vuelve más fácil con la práctica. Aunque sea tentador endulzar las cosas para evitar herir o decepcionar a tu(s) pareja(s), recuerda que hablar de forma directa (y respetuosa) crea las condiciones para la seguridad, la comodidad y el placer. ¡Tu(s) pareja(s) probablemente te agradecerá(n) por hablar de manera tan clara!

Si la conversación se vuelve intensa, tú y tu(s) pareja(s) pueden tomar descansos para procesar lo que están sintiendo. Podrías decir algo como: “Creo que no estamos de acuerdo sobre este límite que es importante para ambos/as. ¿Podemos tomar un break y pensar cómo queremos proceder?“. Esto ayuda a mantener las emociones bajo control y, al mismo tiempo, demuestra que tu(s) pareja(s) te importa(n).

Es normal que surjan sentimientos fuertes durante conversaciones difíciles. Recuerda que no eres responsable de hacer que tu(s) pareja(s) se sienta(n) cómodos/as con tus límites. Puedes demostrar comprensión y cariño sin cambiar tu postura.

Podrías decir algo como: “Lamento que te sientas así, pero este límite es importante para mí y no lo voy a cambiar”.

La forma en que tu(s) pareja(s) responde(n) a tus límites es una oportunidad para aprender sobre ellos. Una pareja que se interesa por lo que realmente quieres es atractiva y sexy. Pero, si no te apoya ni se preocupa, entonces tal vez sea momento de reconsiderar si esta relación vale la pena.

Los límites no son una conversación que se da una sola vez. Recuerda seguir comunicando con el paso del tiempo. A medida que tus sentimientos y necesidades evolucionen, también podrían cambiar tus límites, ya sea en la misma relación o en una nueva. Tener conversaciones regulares muestra que tú y tu(s) pareja(s) se aprecian y les puede ayudar a mantenerse en sintonía. Para obtener más consejos, visita nuestras páginas de Comunicaciones 101 o Definiendo la relación.

04

El consentimiento aclarado

¿Estás ready para sumergirte en el tema del consentimiento? Pedir, dar y recibir consentimiento crea un espacio más seguro donde todas las personas pueden elegir con qué se sienten cómodos sexualmente—y en otras partes no sexuales de la relación. Practicar el consentimiento en la vida diaria demuestra respeto, genera confianza y ayuda a garantizar que todos obtengan la experiencia que esperan.

El consentimiento significa consultar con tu(s) pareja(s) en cada paso del camino sobre cada actividad sexual—¿es algo que quieren, se sienten cómodos/as haciéndolo y todos están de acuerdo?

¿Te preocupa que la conversación sobre el consentimiento pueda “arruinar el mood” o hacerte sentir incómodo/a? Es normal sentir algún grado de incomodidad. Hablar honestamente sobre tus límites es mucho mejor que fingir que estás bien con algo que en realidad no te gusta. Además, reducirá el riesgo de confusión.

Déjale saber a tu(s) pareja(s) cuándo estás (y cuándo no estás) dando tu consentimiento, y pídele que haga lo mismo. Si alguien dice “no”, acéptalo la primera vez. Recuerda, están rechazando el acto, no a ti—y lo mismo se aplica cuando tú dices que no. Alégrate de que confíen lo suficiente en ti para decir lo que realmente quieren.

Para evitar confusiones durante el calor del momento, puedes elegir una palabra de seguridad, como “mostaza” o “manzana”, que significa detenerse durante el sexo. Sólo asegúrate de que la palabra sea fácil de recordar y que todas las partes estén de acuerdo con ella de antemano.

Nadie debe ser presionado/a ni forzado/a a tener un contacto sexual no deseado—eso es violencia o agresión sexual. Si una pareja amenaza con irse si no haces lo que quiere, ¡es una señal de alerta importante!

Recuerda: tu pareja no puede dar su consentimiento si está dormido/a, borracho/a o bajo la influencia de drogas.

El consentimiento se puede dar o retirar en cualquier momento—antes, durante o después del sexo. Y el hecho de que alguien diga “sí” una vez no significa que sea un pase libre para siempre. Está bien decir que no en cualquier momento, por cualquier razón. Cada pareja puede decidir si, cuándo y cómo participará en la actividad sexual.

El consentimiento debe ser con entusiasmo. En otras palabras, debe quedar claro que la persona realmente quiere participar en la actividad. Por lo tanto, si su respuesta es tibia, como un “Bueno, supongo que sí”, es buena idea detenerse y preguntar si lo que estás haciendo realmente le gusta. Asegúrate de que diga “sí” porque lo quiere, no sólo para complacerte. Si ese es el caso, es mejor hablar sobre otras opciones que ambos deseen.

Cuando pides consentimiento, puedes descubrir qué le gusta a tu(s) pareja(s). ¿Se están divirtiendo? ¿Le gusta esto? ¿Se sienten seguros/as? Pedir consentimiento puede ser tan simple como decir: “¿Puedo ____?“ o “¿Quieres que haga ____?“.

Empieza haciendo preguntas abiertas para explorar lo que le gusta a cada uno. Intenta preguntar cosas como:

  • “¿Puedo hacer esto?“
  • “¿Estás de acuerdo con esto?“
  • “¿Cómo se siente esto?“
  • “Me gustaría hacer esto. ¿Te gustaría?“
  • “¿Cómo te sientes con esto?“
  • “¿Te sientes cómodo/a con ___?“
  • “¿Qué te gusta en la cama?“
  • “¿Tienes algún límite o barrera?“
  • “¿Cómo puedo hacer que te sientas más seguro/a o más cómodo/a?“

Toca base con tu(s) pareja(s) a menudo, ya que los deseos y las necesidades pueden cambiar con el tiempo.

Cuando das tu consentimiento, no lo compliques: un “sí“ claro—ya sea verbal o no verbal—es una señal de acuerdo. El silencio o un “okay” dudoso no es consentimiento. Detente si no es un “sí“ entusiasta o si las señales no son claras. Puedes usar frases que expresan “sí” como:

  • “Sí“.
  • “Eso se siente bien/rico“.
  • “Me gustaría hacer ___“.
  • “Quiero seguir haciendo esto“.
  • “Me estoy divirtiendo/La estoy pasando de maravilla“.

Aunque el consentimiento verbal suele ser lo más claro, también se pueden usar señales no verbales. Tú y tu(s) pareja(s) pueden utilizar señales físicas como:

  • Asentir con la cabeza.
  • Iniciar interacciones sexuales.
  • Levantar el pulgar.

Decir “no” es clave para mantener tu comodidad y tus límites. Puedes decir “no” a cualquier actividad sexual en cualquier momento—sin necesidad de explicaciones ni culpa. Por ejemplo, podrías decir:

  • “No me siento cómodo/a, detengámonos”.
  • “No quiero hacer eso, ¿qué tal si probamos esto mejor?”
  • “Todavía no estoy listo/a para tener sexo, probemos otras cosas para estar cerca”.
  • “Esto no me parece bien en este momento”.

Las señales no verbales, como alejarse, tensarse, evitar el contacto visual o negar con la cabeza, también comunican un “no”.

Recuerda que las personas no pueden dar su consentimiento si están dormidas, borrachas o bajo la influencia de drogas. Si alguien amenaza con dejarte si no tienes sexo con ellos o si te niegas a hacer actividades sexuales, es una señal de alerta importante.

05

Cómo manejar una falta de respeto

Los límites y el consentimiento son una parte esencial de una vida y relaciones sexuales saludables. A veces, estas conversaciones pueden molestar o incomodar a tu(s) pareja(s). Podrías optar por tomar medidas para intentar aliviar la tensión. Sin embargo, si siguen sin respetar tus límites, tal vez sea el momento de considerar si esta relación funciona para ti.

A veces, las personas no reaccionan bien a tus límites—pueden frustrarse, cuestionarte o presionarte. Pero recuerda, tus deseos son importantes y mereces respeto. Es tu decisión si quieres seguir adelante con esta persona o no.

Si decides continuar, estos consejos pueden ayudarte:

  • No te presiones para resolverlo todo de inmediato. Tómate un tiempo para procesar tus sentimientos y decidir los próximos pasos.
  • Sé curioso/a. Haz preguntas para explorar por qué se sienten así.
  • No siempre intentes solucionarlo. Puedes demostrar que estás escuchando sin cambiar tu postura.
  • Cuídate. Si la reacción de tu pareja te inquieta, aléjate—sal a caminar o haz algo que te relaje.

Establecer límites puede ayudar a evitar los celos, la desconfianza y las conductas controladoras en las relaciones. Presta atención a señales de alerta de tu(s) pareja(s)—como intentar aislarte de tus amigos y familiares, exigir todo tu tiempo y atención, hacerte sentir culpable por algo o vigilarte o espiarte. Si sientes que algo no está bien, confía en tu instinto, habla sobre ello y/o busca el consejo de alguien de confianza o de un profesional de la salud mental.

Si tu pareja se enoja, te amenaza o intenta controlarte, tómalo en serio. Tienes derecho a sentirte seguro/a. Para recibir ayuda confidencial, comunícate con la Línea Directa Nacional contra la Violencia Doméstica al 1-800-799-SAFE (7233) o envía un mensaje de texto con la palabra “START“ al 88788.

Averigua qué significan los límites poco saludables para ti y tu(s) pareja(s). Algunos ejemplos de cruzar la línea podrían ser:

  • Tocar sin preguntar primero.
  • Iniciar actividades sexuales sin un consentimiento claro.
  • Ignorar un “no“ claramente expresado.
  • Limitar el contacto con seres queridos.
  • Impedir que la(s) pareja(s) realice(n) sus actividades habituales.
  • Enviar mensajes de texto, llamadas o mensajes no deseados sin parar.
  • Exigir las contraseñas de redes sociales y dispositivos.

Recuerda que tienes derecho a hacer sólo lo que te parezca correcto y lo que te haga sentir bien. No te sientas obligado/a a hacer algo solo para complacer a tu(s) pareja(s), para evitar herir sus sentimientos o por miedo al rechazo. Sé fiel a ti mismo/a y protege tu salud física y emocional respetando tus límites. Si decides hacer concesiones, eso depende de ti—al igual que para tu(s) pareja(s).

Practica

Temas para conversaciones incómodas

¿Estás evitando la conversación? Ya sea que te falten las palabras o sólo necesites algo para romper el hielo, nuestros guiones pueden ayudarte a manejar la situación incómoda.  

¿Podemos parar por un minuto?

Sí, claro. ¿Qué pasa?

No me siento a gusto con lo que estamos haciendo.

Pero pensé que querías probar esto.

Lo sé, lo sé. Pensé que sí lo quería, pero realmente no lo estoy disfrutando. No me está gustando y no puedo relajarme.

Pues, ¿qué tal si cambiamos las cosas? ¿Hay algo más que te gustaría probar o algo con lo que ya te sientas cómodo/a?

¿Qué tal esa posición que nos gustó anoche?

Me gusta como piensas. Y en el futuro, si hay algo que no te gusta, siempre podemos usar una palabra de seguridad que signifique parar durante el sexo.

Jajaja, dale… ¿qué te parece “mango”?

Me encanta.

¿Ya tienes tu outfit para la fiesta de Junie?

Mira, sobre eso. Sólo podré estar unas cuantas horas.

¿De verdad? Ella alquiló el local hasta las 2:00 AM.

Lo sé…pero…

¿Qué pasa? Cuéntame. Te prometo que no te voy a juzgar.

Quiero ir y ver a todo el mundo, pero la música fuerte, tanta gente y el alcohol…ya sabes que no es lo mío. Así que probablemente no me quede mucho tiempo.

Ah, te entiendo. Puede ser un poco intenso. Oye, ¿te importa si yo me quedo hasta tarde?

Ve y pásala super. Incluso puedo recogerte después si quieres. ¿Te quedas a dormir en mi casa?

Así mismo es como quiero terminar la noche.

Juega

¿Alguien te super encanta o simplemente quieres romper el hielo? ¡Juega Tawk _____ To Me o Match My _____! Conviértete en un experto en transformar temas incómodos en conversaciones jugosas con siete barajas de cartas llenas de preguntas que van de lo dulce hasta lo picante.